
Cuenta la historia que hace miles de años todo el territorio de Chiloé formó parte del continente americano.
En las tierras de Chiloé siempre estuvieron presentes las fuerzas de lo positivo y de lo negativo, éste movimiento continuo de fuerzas está representado por la lucha entre el mar y la tierra y personificados en los reptiles míticos de Cai Cai Vilú y Ten Ten vilú, respectivamente.
Esta lucha comenzó cuando apareció el espíritu de las aguas Cai cai vilu quien inició un veloz acenso inundando tierras, cerros y sepultando en su profunidad a los habitantes.
Junto ocn una gran tormenta de viento y lluvia, las aguas de Cai Cai Vilú comenzaron a cubrir todo el territorio, fue entonces cuando apareció Ten Ten Vilú, protector de la tierra. Inició un ataque contra su enemiga elevando el nivel de sus tierras y protegiendo a sus habitantes, ayudó a los hombres a subir a los cerros más altos e incluso les dió a algunos la capacidad de volar transformándolos en aves.
De esta forma, le fue imposible a Cai Cai Vilú alcanzar las cumbres con sus aguas.
Terminada la lucha, terminó la tormenta , bajaron las aguas y todo volvió a la normalidad, sin embargo no muchos se salvaron de esta lucha que duró tanto tiempo; los animales se transformaron en piedras, los humanos que fueron llevados por las aguas en peces, los valles quedaron transformados en canales y golfos, los cerros y las cordilleras en islas.
