Thursday, 10 January 2008

Tierra de Tejedoras



Hace algunos días realicé un pequeño pero gratificante viaje hacia la VII Región del Maule, a la localidad de Panimávida, muy cerca de Linares y a unas cuadras de Rari.
En estas localidades se teje el crin de caballo y se realizan diferentes figurillas con una agilidad que cualquiera de nuestras abuelitas tejedoras desearía.

Todo comenzó en la feria de artesanía internacional en el Parque Bustamante, lugar donde conocí a la Señora Julia. Su stand estaba repleto de lindas figuras hechas en crin y de las más grandes variedades. Conversamos un poco y le plantié mi intención de aprender a tejer el crin de caballo. Alli acordamos que que yo viajaría y aprendería allá.

Un mes después realicé este viaje con mi amiga Erika, quien hace cerámica y también está interesada en poder incorporar este trabajo tan delicado a su oficio.
Llegamos a su casa, nos recibió y comenzamos de inmediato con el curso.

La historia cuenta que el origen del tejido en crin se remonta hacia muchísimos años, y que se origina a la orilla de un río, cuando un grupo de mujeres se reúne para lavar ropas, ahí aprovechaban de conversar y de hacer un tejido con finas raíces de sauce. Con el tiempo esta técnica se fue perfeccionando y encontraron un material más resistente, el crin y una fibra vegetal traída desde México llamada tampico. Fue entonces que esta técnica se fue transmitiendo de generación en generación entre hombres y mujeres, niños y niñas. También con el tiempo se fueron creando más y más figuritas.
Estando en Panimávida me llamó mucho la atención que TODOS saben tejer el crin, los hombres también son grandes tejedores, aunque no se dedican a esto como las mujeres.
La señora Julia tiene un grupo de artesanas, están organizadas, ella es la presidenta de la agrupación " Tejedoras de Panimávida" y de vez en cuando viajan para vender su trabajo, ahora va una representante del grupo a Bariloche, Argentina. También proveen a una tienda en Talca.


El proceso del tejido consiste en lo siguiente: primero habrá que conseguir el crin del caballo, que en este caso será de su cola, y la fibra vegetal, la cual es importada desde México, lo trae un señor que vive en Santiago.
Cuando se tienen los materiales, el crin del caballo se debe teñir con un producto especial. La señora Julia, cuenta que lo debe hacer sola y en total tranquilidad porque si hay alguna mala energía el crin puede volverse negro, y no hay manera de arreglarlo. Luego cuando ya se tienen los colores deseados se procede a elegir las fibras más gruesas, éstas serán la estructura del tejido. Cuando se arma la estructura se procede a hacer el tejido con el crin utilizando los dedos. Es untejido difícil para el que recién está aprendiendo, pero con la práctica las manos se van soltando.
Además de aprender a tejer el crin, Francisco, hijo de la señora Julia, nos llevó de paseo. Hicimos una larga y bonita caminata alrededor de un canal. Recorrimos hasta llegar a las termas de Quinamávida, un complejo turístico muy bonito.Francisco también nos contó historias de personas que han vivido ahí, y también nos mostro aquellos lugares en los que se realizó la teleserie llamada " Los Pincheira", familia que efectivamente vivía allí y que la televisión los tomó como referente para hacer su teleserie. También conocimos otros personajes, estos lindos gatitos...

3 comments:

Isabel said...

Parece bien bueno el paseo!! Que envidia...

EDUCA DIFERENTE said...

Hola:

Me encanto encontrar un relato que hable de los intereses de una persona ajena a Quinamávida, Rari y Panimávida. por aprender las técnicas del trabajo artesanal en esta zona.

Soy de originario de Quinamávida y mi abuela, madre y familia en general son artesanas.

Gracias por el relato y por hacerme recordar mi tierra.

Anonymous said...

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