Después de un largo invierno, se asoma la primavera, llegó el sol y ya pasó lo peor para algunos.
Aprovechando las vacaciones de fiestas patrias y el tremendo sol que hubo el Domingo, aproveché de subir el cerro con mi papá y mis dos hermanos durante esa tarde. Era un pecado para mí no aprovechar ese día tan luminoso, casi esperanzador. Como a las 17 hrs, cuando el sol no está tan fuerte, comenzamos un pequeño paseo, subimos hasta un sector llamado el canelo, lugar para realizar asado y picnic. En el camino recorrimos el jardín japonés..., fue un poco decepcionante la verdad, su interior es muy lindo, pero se puede hacer mucho más señores paisajistas!!!, seguimos el recorrido hasta que la luz se fue apagando, tuvimos que volver al punto de partida.
Sentí que el paseo no podía quedar ahí, entonces durante la mañana del Lunes invité a Sebastián, primo de Venezuela, quien recién llegó a tierra chilena, a subir el cerro nuevamente. En el camino nos juntamos con mi amiga Erika. Con ellos no solo subí el cerro, sino que fuimos descubriendo lugares que nunca había visto, como por ejemplo lugares muy lindos para hacer asados, unos están a la pasada y otros están esconidillos entre los pinos y eucaliptos del cerro. Nos encontramos también con una culebrita y con un tremendo sol que llegó a los 29°C. Para mi sorpresa este paseo me dió la tranquilidad de que no estoy mal en estado físico, que de algo sirva el cerro y las escaleras que tengo que subir para llegar a mi casa...
Siempre se descubren cosas nuevas. Al término de la subida, era imposible no tomar el popular mote con huesillo, gran bebestible nacional para luego bajar el cerro por funicular.
1 comment:
Aprovecho de este medio para mandarte mis felicitaciones en tu dia especial. Que lo pases muy bien, espero que nos cuentes aqui como estuvo. Cariños, Gabriel.
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